miércoles, 28 de noviembre de 2018

Los nautiloides o nautiloideos (Nautiloidea) son una subclase de moluscos cefalópodos que poseen la concha externa característica de los moluscos, la cual suelen perder los cefalópodos. También presentan dos pares de branquias, por lo que también se conocen como tetrabranquios.

Aparecieron a principios del Paleozoico, siendo los principales depredadores marinos, y desarrollaron una amplia variedad de formas de su concha. Se conocen más de 2.500 especies, aunque son pocas las que han perdurado hasta la actualidad. Hay autores que restringen el término de nautiloides solo para aquellos ejemplares emparentados directamente con el Nautilus de la actualidad.

Se trata de un grupo parafilético ya que a sus componentes solo les unen rasgos primitivos ausentes en los Ammonoidea y Coleoidea. Estos dos últimos se consideran descendientes de individuos del género de nautiloides Bactricida


Subclase Orthoceratoidea Kuhn, 1940
Orden Plectronocerida Flower, 1964 (Cámbrico)
Orden Yanhecerida Chen & Qi, 1979 (Cámbrico)
?Orden Protactinocerida Chen & Qi, 1979 (Cámbrico)
Orden Ellesmerocerida Flower, 1950
Suborden Ellesmerocerina Flower, 1950 (Cámbrico a Ordoviciano)
Suborden Cyrtocerina Flower, 1964 (Ordoviciano)
Orden Orthocerida Kuhn, 1940 (Ordoviciano a Triásico)
Orden Ascocerida Kuhn, 1949 (Ordoviciano a Silúrico)
Subclase Actinoceratoidea Teichert, 1933
Orden Actinocerida Teichert, 1933 (Ordoviciano a Carbonífero)
Subclase Endoceratoidea Teichert, 1933
Orden Endocerida Teichert, 1933 (Ordoviciano a Silúrico)
?Orden Injetocerida Balashov, 1960 (Ordoviciano)
Subclase Nautiloidea Agassiz, 1847
Orden Tarphycerida Flower, 1950
Suborden Tarphycerina Flower, 1950 (Ordoviciano a Silúrico)
Suborden Barrandeocerina Flower (Ordoviciano a Devónico)
Orden Oncocerida Flower, 1950 (Ordoviciano a Carbonífero)
Orden Discosorida Flower, 1950 (Ordoviciano a Devónico)
Orden Nautilida Agassiz, 1847
Suborden Rutocerina Shimanskiy, 1957 (Devónico a Triásico)
Suborden Lirocerina Shimanskiy, 1957 (Carbonífero a Triásico)
Suborden Nautilina Agassiz, 1847 (Triásico - actual)

ANOMALOCARIS

Anomalocaris ("gamba extraña") es un género de animales extintos, perteneciente a la familia de los anomalocarídidos, la cual se relaciona con los artrópodos. Se estima que los Anomalocaris existieron entre comienzos y mediados del período Cámbrico, desde hace aproximadamente 525 hasta 510 millones de años. Sus primeros fósiles fueron descubiertos en el esquisto de Ogygopsis, llegando a poseer más hallazgos en el famoso esquisto de Burgess.1​ En un principio, varias partes del cuerpo (descubiertas separadamente) se creían provenientes de distintos animales, hasta que nuevos estudios aclararon la verdadera naturaleza de los fósiles.

El Anomalocaris expone rasgos muy llamativos como «brazos» armados con espinas con los que se llevaba la comida a la boca, ojos compuestos, con una estimación de hasta 30.000 lentes por ojo, boca en forma de anillo, que no podía llegar a cerrar, con hileras de dientes para triturar la comida, lóbulos laterales que rodeaban todo el cuerpo, entre otros. Las diferentes especies de Anomalocaris estaban en la cima de la cadena alimentaria en los océanos del planeta. Alcanzando hasta un metro de largo, se trataba de una criatura realmente gigantesca para su época, por lo que depredaba toda clase de fauna contemporánea.


La longitud de Anomalocaris variaba desde 60 cm hasta 1 metro. Su distintiva cabeza poseía ojos pedunculados situados en posición dorsolateral, más un par de apéndices segmentados que al extenderse medían 17,5 cm2​ y estaban equipados de afiladas espinas con las que debió agarrar a sus presas y llevársela a la boca.3​ La boca era circular y contaba con 32 láminas superpuestas (4 grandes y 28 pequeñas) provistas de pequeñas púas aserradas que se situaban anilladas alrededor de una abertura central.1​ Se asume que sus ojos eran compuestos, pero es difícil encontrar restos inequívocos de estas partes blandas. Estudios del CSIC de 2011 parecen poder asegurar que Anomalocaris poseía unos de los ojos compuestos más complejos del mundo animal, sugiriendo que podrían estar formados por más de 30000 celdillas.

El cuerpo era alargado y estrecho, recubierto por un exoesqueleto sin minerales pero con ciertos tejidos esclerotizados, tales como los de los apéndices y la boca. Numerosos lóbulos laterales recorrían el cuerpo, alcanzando su punto más ancho desde el tercer hasta el quinto lóbulo, y luego angostándose hasta su cola. Se contaban 13 pares en A. canadensis y 11 en A. saron, sin embargo, ambos disponían de una cola en forma de V que se constituía de tres pares de lóbulos dorsolaterales. Es posible que al ondular los flexibles lóbulos en ambos lados del cuerpo, se propulsasen por el agua ya que cada lóbulo se inclinaba hacia arriba del anterior,4​ y así actuaban como un par de "aletas", mejorando su eficiencia al nadar.5​

En fósiles de A. saron es notable la presencia de un par de cercos caudales, análogo de ciertos artrópodos.

BASILOSAURUS

Los basilosaurios (Basilosaurus, "reptil rey" en griego antiguo) son un género extinto de cetáceos arqueocetos; se trata del primer cetáceo grande en aparecer en el registro fósil y es una pieza clave en el estudio de su evolución. Aparecieron en el Eoceno tardío,1​ hace aproximadamente cuarenta y cinco millones de años. Tenían una gran difusión a nivel geográfico, como lo demuestra el hecho de que se hayan encontrado fósiles en lugares tan variados como Alabama,2​ Luisiana,3​ Egipto4​ y Pakistán.5​ Los basilosáuridos habitaban las aguas costeras poco profundas de los océanos del Eoceno. Dos de sus rasgos más interesantes son el grado de elongación de su cuerpo en comparación con el de las ballenas actuales y las dos patas posteriores vestigiales que poseían. Se extinguieron hace aproximadamente treinta y seis millones de años, poco antes del inicio del Oligoceno,1​ debido a un gran episodio de cambio climático conocido como Grande Coupure



El basilosaurio no es una especie de transición, pero posee una combinación de características físicas típicas de sus antepasados terrestres y de elementos característicos de las ballenas modernas. Por ejemplo, a diferencia de las ballenas actuales, el basilosaurio tenía una mandíbula bien desarrollada con cuarenta y cuatro dientes afilados. Los del delante tenían forma de cono y estaban especializados para atrapar a las presas, mientras que los del detrás tenían forma triangular y estaban adaptados para desgarrar la carne, de manera parecida a los mesoniquios. Por este motivo, durante mucho tiempo éstos fueron considerados como los antepasados del basilosaurio.1​ Actualmente se cree que los cetáceos comparten un antepasado común con los artiodáctilos.

Su cuerpo extremadamente alargado es el producto de un proceso de elongación de sus vértebras, que parecen haber estado llenas de un fluido. Esto implicaría que el basilosaurio sólo podría haber funcionado en dos dimensiones a la superficie del mar, en contraste con el funcionamiento tridimensional de la mayoría del resto de cetáceos. A partir de la musculatura axial y los huesos gruesos de las patas, se puede inferir que el basilosaurio no era capaz de nadar o sumergirse durante periodos largos de tiempo. También se piensa que no tenía ningún tipo de capacidad de desplazarse a tierra firme.


Tamaño comparado con el de un humano.
La parte más curiosa de la anatomía del basilosaurio son sus patas posteriores, que miden sesenta centímetros y por lo tanto no habrían contribuido a la locomoción de un animal de entre quince y dieciocho metros. Los análisis de la morfología de estas patas, que sólo tenían tres dedos, muestran que sólo podían cambiar entre dos posiciones y que los tarsales estaban fusionados.6​ Se asemejan a los pequeños miembros que las boas utilizan como guías durante la copulación, y es posible que tuvieran una función similar. La historia del descubrimiento de estas patas es curiosa. Gingerich, que había estado investigando el género Pakicetus en Pakistán, no podía volver debido a un conflicto bélico. Así pues, se desplazó a Wadi Al-Hitan, donde quedó decepcionado al comprobar que la mayoría de fósiles eran de basilosaurio, una especie bien conocida. No obstante, Gingerich perseveró en sus excavaciones y acabó descubriendo algo sorprendente: que el basilosaurio tenía patas.7​

Por otro lado, las patas delanteras de sus antepasados terrestres pasaron a ser aletas con una articulación flexible del codo, semejantes a las de las focas de hoy en día.


ARCHELON

Archelon es un género extinto de tortugas marinas de la familia Protostegidae de gran tamaño, hasta 4,6 m de longitud, que habitaban en América en el Cretácico Superior (entre 75 y 65,5 millones de años atrás)

Estas grandes tortugas carecían del pesado caparazón de varias placas (que sólo tienen las tortugas terrestres y las de agua dulce), pero tenían un caparazón compuesto por una estructura de puntales transversales, constituidos por las costillas óseas que se situaban a partir de su columna vertebral. Otras características distintivas incluyen una cola aguzada, un cráneo estrecho, un caparazón relativamente delgado con una bóveda alta, y una pronunciada sobremordida.2​ El peso en vida de Archelon ischyros se estima en más de 2200 kilogramos. Probablemente tenían una fuerte mordida, pudiéndo alimentarse de moluscos pelágicos como los calamares.5​ Se estima que el espécimen exhibido en el Naturhistorisches Museum de Viena habría vivido por cerca de un siglo, y puede haber muerto mientras estaba en brumación en el fondo del océano.

Estos grandes reptiles eran omnívoros, tenían un pico con el cual atrapaban peces, gusanos y otros pequeños animales. Eran depredados por mosasaurios y tiburones primitivos como Hybodus.

Archelon se movía lentamente y se paseaba por las aguas poco profundas; cuando las hembras tenían que poner sus huevos iban a las orillas y cavaban un hoyo donde los depositaban como lo hacen las tortugas marinas actualmente

LIVYATAN

Livyatan melvillei es un género y especie extinto de odontoceto, perteneciente a la superfamilia Physeteroidea, conocido por un único ejemplar que habitó en lo que ahora es Perú. Se encontró en el desierto de Pisco, Región de Ica, en rocas de hace 12-13 millones de años (Mioceno).1​ Se encontraron los restos fósiles del 75% del cráneo y grandes fragmentos de los maxilares, así como varios dientes (los mayores medían 36 cm de longitud, mucho más que el actual cachalote). Su cráneo medía unos 3 metros de largo y la longitud total debió ser de 13,5 a 17,5 metros. El cetáceo más parecido a Livyatan melvillei es el cachalote (Physeter macrocephalus), aunque la diferencia consiste en que Livyatan poseía dientes en ambos maxilares. Se supone que era un predador agresivo y posiblemente cohabitó y tal vez luchó con otro superdepredador, Carcharodon megalodon, que pudo llegar a medir hasta 16 metros de longitud




En noviembre de 2008, se descubrieron los restos fósiles de Livyatan melvillei en los sedimentos de la formación de Pisco en Cerro Colorado, 35 km al sudeste de Ica, Perú.7​ El hallazgo consiste en un cráneo parcialmente conservado con varios dientes y una mandíbula.7​ El investigador del Museo de Historia Natural de Róterdam Klaas Post tropezó con los restos al final de un día de trabajo de campo en noviembre de 2008. Post formó parte de un equipo internacional de investigadores, dirigidos por Christian de Muizon, director del Museo de Historia Natural en París, que incluyó otros paleontólogos de la Universidad de Utrecht, el Museo de Historia Natural de Roterdam, el Museo de Historia Natural de Pisa, el Museo de Historia Natural de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos de Lima y el Instituto Real de Bélgica de Ciencias Naturales.4​

Los fósiles se fecharon en 12 a 13 millones de años de antigüedad; se prepararon en Lima, Perú, y actualmente forman parte del Museo de Historia Natural de esta ciudad.

El cráneo de Livyatan melvillei encontrado tiene 3 metros de longitud.7​ A diferencia del cachalote moderno (Physeter macrocephalus), L. melvillei poseía dientes funcionales en ambos maxilares.7​ Las mandíbulas de L. melvillei eran poderosas y su fosa temporal era bastante más grande que la del cachalote actual.7​ L. melvillei es uno de los predadores más grandes conocidos actualmente, los expertos en ballenas usan la frase, «la mordida más grande de un tetrápodo jamás encontrada», para explicar su hallazgo.7​ Los dientes de L. melvillei encontrados alcanzan los 36 cm y son los más largos encontrados de cualquier animal conocido hasta ahora.7​ Se conocen dientes más largos (colmillos), por ejemplo, en la morsa, el narval y el elefante, pero no son usados directamente para alimentarse o cazar


LIOPLEURODON

Liopleurodon (nombre latino que significa «dientes de lados lisos») es un género de un gran reptil marino carnívoro perteneciente a los Pliosauroidea, un clado de plesiosaurios de cuello corto. Dos especies de Liopleurodon vivieron durante la era del Calloviense en el período Jurásico Medio (entre hace 160 a 155 millones de años). Fue uno de los superdepredadores de los mares del Jurásico Medio y Superior que cubrían Europa. Se estima que la especie mayor, L. ferox, llegaba a crecer hasta unos 6.39 metros de longitud



Cuatro fuertes miembros similares a aletas sugieren que Liopleurodon era un poderoso nadador. Su modo de propulsión es característico de todos los plesiosaurios. Un estudio que utilizó un robot nadador ha demostrado que aunque de esta forma de propulsión no es especialmente eficiente, provee una muy buena aceleración - un rasgo deseable para un depredador de emboscada.8​9​ Estudios del cráneo han mostrado que probablemente escudriñaba el agua con sus narinas para comprobar la fuente de ciertos olores.10​

Tamaño
Estimar el tamaño máximo de Liopleurodon ha sido un tema controvertido. El paleontólogo L. B. Tarlo sugiere que la longitud corporal total de un pliosaurio (incluyendo a Liopleurodon) puede ser estimada de la longitud craneal. Tarlo afirmó que el cráneo de un pliosaurio típicamente constituye una séptima parte de su longitud total. El mayor cráneo conocido perteneciente a L. ferox mide 1.54 metros de largo.11​12​ De acuerdo a la hipótesis de Tarlo, este espécimen podría medir cerca de 10.5 metros de largo. Sin embargo, el caso de Kronosaurus ha expuesto cierta incertidumbre acerca de la precisión de la sugerencia de Tarlo.11​


Liopleurodon ferox
Nueva investigación sobre la anatomía de los pliosaurios ha arrojado más dudas sobre la hipótesis de Tarlo para estimar el tamaño de los pliosaurios y revela que los cráneos de estos animales eran típicamente sólo un quinto de la longitud total. Un esqueleto excepcionalmente bien preservado de L. ferox está en exhibición en el Institut und Museum für Geologie und Paläontologie de la Universidad de Tübingen en Alemania. Este espécimen mide cerca de 4.5 metros de largo.13​ Restos fósiles de otro ejemplar identificado como L. ferox han sido excavados de la formación Oxford Clay cerca de Peterborough. Este espécimen se ha estimado en 6.39 metros de largo con una longitud craneal de cerca 1.26 metros y se considera de un individuo adulto.1​ Un L. ferox adulto pudo haber promediado 5 - 7 metros de largo.11​

Algunos restos fósiles excavados en la formación Kimmeridge Clay en Inglaterra indican un taxón mucho mayor, posiblemente de más de 15 metros de largo. Sin embargo, este ejemplar no ha sido asignado al género Liopleurodon.11​

Un espécimen parcial de una mandíbula que mide 2.8 metros de largo está en exhibición en el Museo de Historia Natural de la Universidad de Oxford: se estima que la longitud total de la mandíbula medía más de 3 metros. Este espécimen fue originalmente asignado al género Stretosaurus (como Stretosaurus macromerus),14​ pero actualmente se cree que pertenece al género Liopleurodon y ha sido renombrado L. macromerus. El género Stretosaurus más tarde se volvería un sinónimo menor de Liopleurodon.15​ Sin embargo, se ha reclasificado más recientemente como Pliosaurus macromerus.


DUNKLEOSTEUS

Dunkleosteus (alemán: Dunkle «oscuro» + griego antiguo: osteos «hueso») es un género de peces placodermos artrodiros2​ que existieron a finales del período Devónico, desde hace aproximadamente 380 hasta 360 millones de años, en el Frasniense y Fameniense. Algunas especies han sido descritas, de las cuales se han hallado numerosos fósiles en Norteamérica, Polonia, Bélgica y Marruecos.

Como otros diníctidos, Dunkleosteus se caracterizaba por una cabeza acorazada provista de mandíbulas con cuchillas dentales poco usuales. Aunque otros placodermos rivalizaban con él en tamaño, Dunkleosteus es considerado uno de los depredadores marinos más fieros y mortales que han existido. Con hasta seis metros de largo y 1 tonelada de peso, este cazador estuvo en la cima de la cadena alimentaria de su ambiente, y probablemente depredaba toda clase de fauna.

Nuevos estudios han revelado varios rasgos tanto en su alimentación y biomecánica como en su ecología y fisiología. En las últimas décadas, Dunkleosteus ha logrado reconocerse en la cultura popular, con una gran cantidad de especímenes en exposición, y notables apariciones en medios de entretenimiento.



Se estima que D. terrelli y Dunkleosteus sp. medían más o menos entre cuatro y seis metros de longitud,1​3​4​ pesando aproximadamente 1 tonelada.5​ El cráneo y parte del tórax estaban recubiertos por placas óseas que se articulaban formando una "armadura", pero el resto del cuerpo era desnudo y escamoso. Esta armadura, aunque era rígida, se componía de suturas en las cuales se insertaban músculos, ligamentos y, en algunas de ellas, se formaban articulaciones.6​ Las mandíbulas carecían de dientes verdaderos y estaban dotadas de un juego de cuchillas dentales, con las que podía despedazar carne y triturar huesos.6​ Del resto del cuerpo no se ha descubierto material fósil, lo que indica que sus vértebras fueron cartilaginosas o muy poco osificadas, explicando su fragilidad para la fosilización, análogo de los tiburones.7​ Sin embargo, es comúnmente representado con dos pares de aletas, una dorsal y una cola asimétrica (epicerca), basándose en esqueletos de placodermos parecidos.

El cráneo, más el escudo torácico, medía 1,3 metros a su punto más amplio, y las placas de su armadura 5 cm de grosor.4​ Sus cápsulas nasales no estuvieron fusionadas al resto de la bóveda craneal, algo que distingue a los placodermos de los demás vertebrados con mandíbulas.4​ Al igual que todos los artrodiros, Dunkleosteus tuvo una articulación que se ubicaba entre las placas dorsales y el cráneo, conocida como epaxial, que le hubiera permitido alzar la cabeza hacia arriba,6​8​ y por tanto cazar grandes presas con facilidad.

Los artrodiros también poseían esqueletos osificados hasta cierto grado, tanto internamente como externamente.9​ El típico tejido superficial de los huesos dérmicos (placas óseas) de Dunkleosteus no era dentina, como en la mayoría de los peces, sino un tejido único de los placodermos, conocido como semidentina.3​ La microestructura de un hueso de Dunkleosteus tuvo que ser muy similar a la de un hueso común, ya que era poroso y daba forma a un tejido esponjoso en la capa media de los huesos dérmicos.

MOA

Los dinornítidos o moas (Dinornithidae) son una familia extinta de aves paleognatas del orden Dinornithiformes.1​ Eran aves no voladoras que habitaban en Nueva Zelanda. Se conocen diez especies de diferentes tamaños, desde la pequeña Euryapteryx curtus, del tamaño de un gallo, hasta las moas gigantes (Dinornis), que medían cerca de 3 metros de altura y tenían un peso de 250 kg. Su extinción se produjo hace 500 años, causada por el ser humano.



Los moas aparecieron en el Cretáceo hace más de 90 millones de años, siendo sus parientes vivos más próximos, los tinamúes de Surámerica, los kiwis, los casuarios y los emúes de Australia están más lejanamente emparentados siendo grupos divergentes de un mismo origen. Hasta tiempos modernos Nueva Zelanda y las islas que la rodean no estaban habitadas por mamíferos, por lo que era un ambiente que permitía a algunas aves adaptarse a hacer nidos en el suelo y a otras volverse no voladoras. Los moas se extinguieron alrededor del año 1400, poco después que los primeros cazadores maoríes llegaran a las islas. Algunos creen que existieron pequeños grupos de moas hasta fines del siglo XVIII o inicios del XIX. De hecho, se cuenta algún avistamiento por parte de marineros a las órdenes de James Cook, y llama la atención el estado de conservación de algunas plumas de estas aves. Sin embargo no hay pruebas físicas.

La filogeografía de este grupo está bastante bien establecida y es un ejemplo de la acción de varios mecanismos de especiación. Alrededor de 82 millones de años atrás, los ancestros de este grupo quedaron aislados de las restantes aves rátidas, cuando Nueva Zelanda se separó de Gondwana, resultando en la separación física de los grupos. Este mecanismo es llamado especiación alopátrica. Pasado un tiempo, los ancestros de los géneros sobrevivientes, se adaptaron a diferentes nichos ecológicos. Esto dio lugar a aislamiento reproductivo, y es ejemplo de especiación ecológica.

En el Plioceno, alrededor de 5 millones de años atrás, la formación de los Alpes del Sur diversificó el paisaje y proveyó nuevas oportunidades para la especiación dentro de los nuevos géneros. Unos 3 millones de años atrás, varios linajes se adaptaron a altitudes altas y bajas. El linaje de bajas temperaturas (montaña, altas altitudes, edades glaciales) originó especies más resistentes a la baja temperatura y de menor tamaño, mientras que el de bajas altitudes o clima más suave, dio lugar a las distintas especies más extendidas. Con el aislamiento de unas pocas aves errantes que llegan a una isla adecuada, surge rápidamente una especie isleña por divergencia con las poblaciones de la especie de los territorios de origen. Tanto las varias especies de kiwis como los moas son el resultado de la migración de un número limitado de individuos a islas y la adaptación posterior al hábitat de esas islas.

Finalmente, en tiempos recientes, poblaciones de aves del territorio neozelandés quedaron divididas entre la Isla Norte y la Isla Sur debido al ascenso del nivel del mar cuando los glaciares continentales se derritieron al final del Pleistoceno.

Antes del arribo de los maoríes el equilibrio de los moas se había saldado con un descenso en su densidad en el último millón de años, causado por varios factores: los periodos glaciales, en los que casi toda la Isla Sur fue aislada en pequeños territorios por el hielo; el cambio climático que disminuyó los espacios cubiertos de tussok, sustituidos por selvas y bosques densos debido al aumento gradual de la temperatura y la humedad; la diversificación en especies para evitar la competencia ecológica, la predación de las águilas de Haast (Harpagornis moorei), la mayor ave de presa conocida, hoy también extinta.

Los moas, a diferencia de otras ratites, como el avestruz, el emú, el casuario o el ñandú, durante la evolución habían perdido completamente las alas, tal como ocurre con los supervivientes kiwis, que se consideraban emparentados con los moas.

La fauna de Nueva Zelanda evolucionó por largo tiempo en ausencia de humanos y otros mamíferos. Sólo unas pocas especies de murciélagos y mamíferos marinos estaban presentes antes de la colonización por los humanos, y los únicos depredadores eran aves de presa que cazaban usando la vista. Estas circunstancias influenciaron la evolución de las aves de Nueva Zelanda, por ejemplo, las adaptaciones a la falta de vuelo del kakapo y la anidación en el suelo del kea. Los polinesios llegaron a las islas entre el año 800 y 1300 de nuestra era,2​ e introdujeron el perro polinesio (kuri) en las islas.

Esto fue desastroso para la fauna nativa, porque los predadores mamíferos pueden localizar sus presas por el olor, y la fauna nativa no había evolucionado para defenderse de ellos. Los principales depredadores eran aves: águilas (aguiluchos de Eyles, Kāhu y águila de Haast ), halcones (Kārearea) y búhos (Whēkau y Ruru). Muchas de las adaptaciones de las aves neozelandesas refleja el contexto único en el que evolucionaron. Este balance único fue perturbado con la llegada de los Polinesios, quienes introdujeron la rata polinesia y el Kuri (perro polinesio) en las islas. Posteriormente, los europeos introdujeron muchas más especies, incluyendo grandes herbívoros y predadores mamíferos.

Para evitar la sobrepoblación, los moas alcanzaban muy tardíamente su madurez reproductiva: a los diez años de nacidos, como la especie de moa gigante Dinornis robustus. Esta demora facilitó su extinción, ya que no se dio una suficiente tasa de reposición ante el ritmo con el que eran cazados por los maoríes. Los moas se alimentaban de semillas, frutas, hierba e incluso ramas. Para referirse a estas aves los maoríes usan tanto en singular como en plural la palabra moa sin ese final.

ANISODON

Anisodon es un género extinto de chalicothere que vivió en Europa durante el Mioceno tardío. Se situó a unos 150 cm y pesó alrededor de 600 kg. Las patas delanteras con garras de los animales le habrían permitido derribar ramas de árboles para explorar, así como disuadir a los depredadores del Mioceno, como los perros-oso y los gatos con dientes de sable .




Era un mamífero que se alimentaba de las hojas de los árboles. Sus patas delanteras eran más largas que las traseras y su cabeza era similar a la de un caballo. Vivió a lo largo de Europa hace unos 15 millones de años durante el Mioceno medio.

Paraceratherium

Paraceratherium (gr. "bestia casi cornuda")3​ es un género extinto de mamíferos perisodáctilos, suborden Ceratomorpha de la familia Hyracodontidae. Se han descrito cinco especies diferentes, pero tanto las relaciones entre dichas especies como las relaciones a nivel de género han generado una controversia que aún dura actualmente, un siglo después del descubrimiento de los primeros fósiles


Serían los mamíferos terrestres mayores de todos los tiempos, con una altura de cinco metros y medio en la cruz4​ y de siete metros y medio en la cabeza, y ocho metros de longitud (sin contar la cola). Las estimaciones del peso de los paraceraterios varían, pero oscilan en torno a las quince toneladas.5​ Los paraceraterios, al ser ceratomorfos, están relacionados con los rinocerontes actuales. Sin embargo, a diferencia del rinoceronte blanco, se alimentaban arrancando las hojas de los árboles.6​ Tampoco tenían cuernos.7​ Los animales de este género aparecieron en Asia central durante la primera mitad del periodo Oligoceno, hace aproximadamente treinta millones de años, y se extinguieron a mediados del periodo Mioceno, hace 16,6 millones de años
Los paraceraterios son los mayores mamíferos terrestres conocidos.6​ Los machos eran ligeramente más grandes que las hembras y estaban dotados de un cráneo cóncavo reforzado, cosa que podría indicar que combatían de manera parecida a las jirafas actuales.6​ Como es en el caso de los rinocerontes actuales, su vista no estaba tan desarrollada como el olfato; de hecho, sus pasajes nasales eran mayores que su cerebro.8​


Dos vistas de un incisivo de Paraceratherium bugtiense. Izquierda: superficie interna. Derecha: superficie exterior.

Tamaños comparativos de un humano, Paraceratherium (en negro) y otros mamíferos.
Los paraceraterios se diferencian de otros ceratomorfos de su tiempo en la forma y posición inusuales de sus dos incisivos superiores, que tienen el aspecto de pequeños colmillos inclinados hacia abajo.9​ Por otro lado, los incisivos inferiores se inclinaban hacia adelante. Esta adaptación de los incisivos era muy útil para arrancar hojas de los árboles. El premolar P1 había desaparecido, y la P2 era de forma triangular.10​ La boca de los paraceraterios también se caracterizaba por la gran movilidad de su labio superior.

Sus patas y su cuello eran largos y, habiéndose adaptado para llegar a las hojas más altas de los árboles. Además de permitirles llegar a la vegetación más alta, sus robustas patas les podrían haber servido para defenderse de los depredadores.11​ Una de las diferencias clave entre las patas de los paraceraterios y las de otros ceratomorfos es que las articulaciones del tobillo de los paraceraterios eran más flexibles.12​13​

Debido a su gran tamaño y, por consecuente, menor relación superficie-volumen, es muy probable que tuvieran muy poco pelo y una piel clara como la de los rinocerontes actuales, para facilitar la pérdida de calor y evitar sobrecalentarse. Finalmente, la gestación de los paraceraterios duraba alrededor de dos años.8​ Al nacer, las crías pesaban aproximadamente media tonelada.

THYLACINE

El lobo marsupial o tilacino (Thylacinus cynocephalus), también conocido como lobo de Tasmania, tigre de Tasmania o tilacín, fue un marsupial carnívoro originado en el Holoceno. Era nativo de Australia, Tasmania y Nueva Guinea y se cree que se extinguió en el siglo XX. Se trataba del último miembro viviente de su género (Thylacinus), cuyos otros miembros vivieron en tiempos prehistóricos a partir de principios del Mioceno.



El lobo marsupial se extinguió en la Australia continental miles de años antes de la llegada de los colonos europeos, pero sobrevivió en la isla de Tasmania junto con otras especies endémicas, como el diablo de Tasmania (Sarcophilus harrisii). Generalmente suele culparse de su extinción a la caza intensiva, incentivada por recompensas, pero podrían haber contribuido otros factores, como por ejemplo las enfermedades, la introducción de los perros, o la ocupación de su hábitat por los humanos.2​ A pesar de su clasificación oficial como extinto todavía se informan avistamientos, aunque ninguno ha sido probado de manera concluyente.3​

Como los tigres y lobos del hemisferio norte, de los cuales heredó dos de sus nombres comunes, el lobo marsupial era un depredador alfa. Siendo un marsupial no tenía relación con estos mamíferos placentarios, aunque debido a la evolución convergente presentaba la misma forma general y las mismas adaptaciones. Su pariente vivo más próximo es el diablo de Tasmania

El lobo marsupial era exclusivamente carnívoro. Su estómago poseía una gruesa capa muscular y podría distenderse para permitir la ingesta de grandes cantidades de comida. Probablemente era una adaptación por compensar los largos periodos de caza infructuosa en los que el alimento era escaso.19​ El análisis de la estructura del esqueleto y las observaciones del animal en cautiverio sugieren que seleccionaba una presa y después la perseguía hasta que estaba exhausta. Algunos estudios concluyen que el animal cazaba en pequeños grupos familiares; el grupo principal hacía huir las presas en la dirección de un tilacíno preparado para emboscarlas.15​ De hecho, los cazadores confirmaron que cazaba mediante la técnica de la emboscada.19​

Sus presas incluían canguros, ualabíes, vombátidos, pájaros y pequeños marsupiales como ratas canguro y falangeriformes. Su presa preferida podría haber sido el emú de Tasmania, antaño abundante. Esta especie de emú era una gran ave no voladora que compartía el hábitat del lobo marsupial y que acabó extinguiéndose a causa del exceso de caza en torno al año 1850, posiblemente coincidiendo con el descenso del número de lobos marsupiales.37​ Tanto los dingos38​ como los zorros39​ también tenían al emú como presa. Durante el siglo XX, a menudo se caracterizó al lobo marsupial como un animal que se alimentaba principalmente de sangre, pero actualmente se hacen pocas referencias a esta concepción; parece que la popularidad de esta descripción se originó a partir de un único informe indirecto.40​ Los colonos europeos creían que el lobo marsupial mataba las ovejas y otro ganado de menor tamaño de los granjeros. En cautiverio, los lobos marsupiales eran alimentados con una gran variedad de alimentos, incluyendo conejos y ualabíes muertos así como con carne de buey, de cordero y de caballo.

DROMORNIS

Dromornis es un género extinto de ave no voladora de la familia Dromornithidae. Llegaba a medir tres metros de alto y pesaban media tonelada. Dromornis vivió en Australia desde finales del Mioceno hasta principios del Plioceno, lo que significa que los primeros humanos nunca se encontraron con esta ave



Dromornis tenía un gran pico y una mandíbula capaz de ejercer una gran fuerza pero no tenía las garras o el pico de un carnívoro.
Dromornis es a veces conocida como el ave mihirung. 'Mihirung paringmal' es una palabra aborigen del pueblo tjapwuring de Victoria Occidental y significa 'ave gigante'. Aunque lucían como emúes gigantes, los Dromornis están más cercanamente relacionados con los gansos.

Dromornis stirtoni medía 3 metros de alto y pesaba hasta 500 kilogramos.2​:31 Habitaba las tierras boscosas subtropicales de Australia durante el Mioceno tardío y puede haber sido carnívoro. Era más pesado que la moa y más alto que Aepyornis. El espécimen tipo, un fémur, fue hallado en un pozo de 55 metros de profundidad en Peak Downs, Queensland, y más tarde descrito por Richard Owen en 1872.3​ Debido al escaso registro fósil de Dromornis australis (la especie tipo del género) y la considerable laguna temporal entre las dos especies de Dromornis, D. stirtoni podría ser eventualmente reasignado al género Bullockornis.

Esta especie tenía un cuello alargado y alas semejantes a muñones, lo que implica que era no voladora.4​ Sus patas eran poderosas, pero no se cree que haya sido un corredor especialmente veloz.4​ El pico del ave era grande y muy fuerte, lo que llevó a los primeros investigadores a creer que se usaba para cortar a través de los tallos de las plantas.4​ Sin embargo, otros más recientemente han afirmado que el tamaño del pico del ave sugiere que era un carnívoro.

MEGISTOTHERIUM

Megistotherium (del griego, megistos "grande" + therion "bestia" y osteon 'hueso' + thlaston 'aplastado, mordido' con -es como agente sustantivo: 'quebrantahuesos') es un género extinto de creodonte, y la única especie conocida de éste es Megistotherium osteothlastes.1​ Algunos paleontólogos lo consideran un sinónimo menor de Hyainailouros sulzer




Megistotherium osteothlastes fue un enorme creodonte de la familia de los hienodóntidos que vivieron a principios del período Mioceno, hace unos 23 millones de años. Ha sido hallado en las formaciones geológicas Ngorora y Muruyur de Kenia, Egipto,2​ Namibia, Uganda3​ y Libia. Fue nombrado por Robert Savage en 1973;1​ y con un cráneo de 66 cm de longitud1​ es considerado uno de los mayores mamíferos carnívoros conocidos y se le estima un peso de hasta 500 kg.4​

Los dientes carnasiales de Megistotherium (como los de otros Creodonta) eran los primeros molares superiores, superponiéndose a sus contrapartes de la mandíbula inferior a modo de tijeras, formando una formidable y poderosa acción de corte. La tierra que es ahora el desierto del Sahara era mucho más fértil en el Mioceno. Había una considerable abundancia de pastos y lluvias. Lagos y estanques proveían agua para la fauna mayor, de cuya abundancia y diversidad vivían Megistotherium y otros depredadores. Hienodóntidos gigantes como éste pudieron haber evolucionado tanto como depredadores especializados como carroñeros de los grandes herbívoros africanos.5​ Huesos de mastodontes han sido hallados con sus fósiles, indicando que Megistotherium pudo haberlos cazado para alimentarse.


MEGALANIA

Megalania ("gran errante"; del griego Μέγας "grande" + ἀλαίνω "deambular"), o Varanus priscus, es una especie extinta de la familia Varanidae. Era un gigantesco varano parte de un conjunto megafaunístico que habitó en Australia meridional, durante el período Pleistoceno entre hace 40 0003​ a hasta hace unos 30 000 años.4​ Los primeros pobladores aborígenes de Australia pueden haberse encontrado con poblaciones de Megalania.



Megalania prisca fue clasificado en principio en su propio género monotípico. Su estatus como género válido sigue siendo controvertido, ya que muchos autores prefieren considerarlo un sinónimo menor de Varanus,6​ el cual abarca a todos los lagartos varanos actuales. Ya que el género de los nombres Megalania y Varanus son diferentes (femenino y masculino, respectivamente), el epíteto prisca cambia a priscus (de acuerdo con el Código de la ICZN).3​

El género Megalania es incluido como un sinónimo de Varanus por varios investigadores debido a las relaciones internas de las muchas especies dentro de Varanus; M. prisca está muy cercanamente relacionado con los otros varanos australianos clasificados como Varanus, por lo que excluir a M. prisca de Varanus haría que este último género se convirtiera en una agrupación no natural. Ralph Molnar señaló en 2004 que, incluso si las especies del género Varanus fueran divididas en los grupos actualmente designados como subgéneros, V. priscus aún sería clasificado dentro de Varanus, porque ese es el subgénero en uso para todos los varanos australianos, siendo igual al nombre del género del grupo. A menos que estas especies de varanos australianos sean clasificadas cada una en sus propios géneros, Megalania no será un nombre válido de género. Sin embargo, Molnar señaló que "megalania" es un término apropiado no para ser usado como el nombre científico, sino el nombre común para la especie Varanus priscus


URO (BOS PRIMIGENIUS)

El uro euroasiático (Bos primigenius primigenius o Bos taurus primigenius)1​ es un mamífero artiodáctilo extinto perteneciente al género Bos, de la subfamilia Bovinae.

Se piensa que apareció hace aproximadamente 2 millones de años, con el Bos acutrifons, como primer exponente de este género. Posteriormente se extendió por Asia, Europa y el norte de África. Desapareció paulatinamente de cada uno de los territorios mencionados debido a la caza, el retroceso de los bosques y la domesticación. El ultimo lugar del planeta pisado por un uro fue el continente europeo, siendo el ejemplar postrero una hembra que murió en el antiguo bosque de Jaktorów (Polonia) en 1627.


Uro europeo: Los uros europeos eran animales con cuerpos robustos y espalda "gibosa" a consecuencia de las largas espinas vertebrales torácicas que poseían. La cabeza de estos animales era grande y más larga que la de la mayoría de los bovinos domésticos de hoy en día, con un perfil aproximado al de un triángulo escaleno (Fig.1). Vista de frente, la cabeza del uro adquiere la forma aproximada de un triángulo isósceles invertido, con base en el borde superior de la frente y con el vértice representado por la punta del hocico. Solo sobresalen de este patrón las cuencas de los ojos, las cuales tenían una forma cónica, proporcionaban protección a los globos oculares y eran más prominentes que las de los toros actuales. (Descripción basada en la morfología esquelética).
Estos animales tenían cuernos potentes de color blanco en la base y color negro en las puntas, los cuales podían llegar a medir hasta 100 cm, con la siguiente morfología: siguiendo la línea de la frente al inicio (hacia afuera), curvándose después hacia el frente, hacia adentro y hacia arriba tomando finalmente la apariencia de una lira antigua (Imagen 1), ( T Van Vuuere). Las extremidades, tanto las delanteras como las traseras, eran largas, lo cual seguramente les confería la gran velocidad que podían alcanzar. La altura media a la cruz era de 160 a 180 cm en el caso de los machos (pudiendo llegar a los 2 metros) y 150 cm en las hembras. Por las descripciones de la época romana y medieval, parece que los uros de Europa, aun con pequeñas variaciones, tenían una capa de color oscura y uniforme, con una banda de pelo ligeramente más claro que se extendía por el dorso, desde la nuca a la cola, y el pelo de la frente, que era de color pardo a leonado.
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Uro del medio oriente: Algunas esculturas y representaciones pictóricas encontradas en los territorios que algunas vez pertenecieron a civilizaciones como la Sumeria o la Persa, sugieren que este animal no difería mucho del uro Europeo (Imagen 3). Sin embargo, existían diferencias genéticas entre estos; las cuales ya fueron mencionadas en la sección "subespecies"


BISON BONASUS (BISONTE EUROPEO)

El bisonte europeo (Bison bonasus) es una especie de mamífero artiodáctilo de la familia Bovidae.2​ Es el mamífero de mayor tamaño de Europa3​ y uno de los más amenazados, por lo que es objeto de varios programas de reproducción en cautividad llevados a cabo en parques zoológicos.


Es de aspecto similar al bisonte americano (Bison bison), pero de constitución más ligera.5​ Su silueta es maciza, con los cuartos delanteros muy desarrollados, la cabeza ancha y grande y la cruz marcada.6​ El color del pelaje es pardo oscuro, largo, y particularmente desarrollado en la cabeza, hombros y cuello.6​ Los becerros suelen tener el pelaje más claro que el de los ejemplares adultos.6​ También están provistos de una pequeña "barba" en la garganta, y la cola está recubierta por pelo largo. La parte inferior de las patas tienen pelaje corto, al contrario que en el bisonte americano. Ambos sexos poseen cuernos,7​ los cuales son cortos, gruesos, y orientados hacia arriba, y cuya longitud máxima registrada es de 50,8 centímetros.5​

El bisonte europeo mide de 250 a 350 cm, más de 50 a 80 de la cola, y tiene una altura a la cruz que va de 150 a 200 cm.6​ Los machos adultos pesan entre 400 y 920 kg, mientras que las hembras, de menor tamaño, oscilan entre 300 y 400.8​

Su fórmula dental es la siguiente: (2/3, 0/1, 3/2-3, 3/3)= 30-32 dientes
En contraposición a los bisontes americanos, los europeos nunca han gustado de la vida en las praderas y espacios abiertos, sino que han establecido su hogar en los bosques, tanto de hoja caduca como mixtos de hoja caduca y coníferas. Por ellos vagan en grupos de unos 20 individuos, alimentándose de todo tipo de materia vegetal, fundamentalmente follaje bajo, pero también hierbas, cortezas y ramas tiernas. Los fresnos parecen atraerles en mayor medida que otros árboles, mientras que las agujas de pino y otros árboles de hoja perenne no son de su agrado. En invierno se reúnen en manadas que pueden llegar al medio centenar mientras retiran la nieve a la búsqueda de raíces y frutos enterrados, si bien los machos viejos siempre evitan este tipo de aglomeraciones y llevan una vida solitaria.

Antiguamente, los bisontes europeos caían ocasionalmente víctimas de lobos, osos, tigres y leones, pero hoy en día estos animales han desaparecido del continente europeo o se han vuelto muy raros, por lo que se puede considerar que los bisontes carecen actualmente de depredadores naturales

MEGALOCEROS (CIERVO)

El alce irlandés, ciervo gigante o megalocero (Megaloceros giganteus)1​2​ es el mayor cérvido de la Historia. Semejante a un gamo de gran tamaño, sus astas medían hasta 3,5 m de punta a punta. Aunque vivió en toda Europa y gran parte de Asia desde hace medio millón de años hasta su extinción en tiempos recientes, suele ser conocido popularmente como "alce irlandés" por los abundantes hallazgos de ejemplares conservados en las turberas de Irlanda


El ciervo gigante alcanzaba una altura de 2,2 m a la cruz en el caso de los machos, bastante mayor que el más grande de los alces. Se trataba de una especie con fuerte dimorfismo sexual, pues las hembras eran considerablemente más pequeñas y gráciles que los machos, además de carecer de su impresionante cornamenta.

Tradicionalmente, el tamaño de los cuernos del alce irlandés ha sido tachado de "exagerado", fruto de una selección sexual llevada tan al límite que habría acabado con la especie. No son raros los dibujos de libros antiguos en los que el ciervo gigante aparece enredado con sus propios cuernos en la maleza y los árboles, siendo así capturado fácilmente por un león de las cavernas o un grupo de hombres primitivos. En realidad, tales representaciones carecen de sentido, empezando por el hecho de que los ciervos gigantes eran animales que vivían en las tundras y estepas abiertas y no en bosques cerrados como los ciervos europeos y los gamos. El ciervo gigante no se extinguió por culpa de su cornamenta que (lógicamente) sólo llevaba en otoño e invierno, durante la época de celo. Entre los cérvidos se da el hecho de que la cornamenta del macho crece en mayor proporción que el resto del cuerpo, siendo pequeña en el corzo o el pudú, mediana en el ciervo y el gamo y grande en el alce; una vez que se ha podido determinar la relación cuerpo/cornamenta, se puede calcular cuánto de desproporcionada está de verdad la de un animal, y de acuerdo con los estudios de paleontólogos como Stephen Jay Gould, el Megaloceros tenía la cornamenta que le correspondía por su tamaño. Especies insulares enanas como el Megaceros algarensis de Cerdeña o el Megaceros cretensis de Creta tienen cornamentas mucho más pequeñas y de proporciones, tanto en tamaño bruto como en relación al resto del cuerpo, más parecidas a las de cérvidos de sus tamaños respectivos que a las de su gigantesco primo.

El arte rupestre muestra posibles evidencias de cambios en la coloración y longitud del pelo según la época del año. Parece que en verano el pelo era más corto y de color pardo, rojizo o leonado; en invierno, con la cornamenta plenamente desarrollada, se volvía pardo oscuro en cuello, patas y lomo, siendo blanco o amarillento en cara, garganta y vientre. En los hombros se extendía una zona más oscura que se extendía dibujando dos líneas laterales hacia el cuello, que se cruzaban formando un "collar" oscuro en medio del mismo, y otras dos hacia los costados.
Los ciervos gigantes eran animales pastadores que se nutrían de abundante hierba y plantas arbustivas en las grandes y frías llanuras que cubrían Eurasia durante gran parte del Pleistoceno. Es probable que en los periodos más fríos del invierno se retirasen ligeramente hacia las zonas más australes de su área de distribución. Los individuos adultos sólo contaban con el león de las cavernas, el hombre de Neandertal y el hombre moderno como depredadores habituales. Los individuos jóvenes o enfermos también podían caer víctimas de lobos, hienas y osos.

Como demuestra su fuerte dimorfismo sexual, los ciervos gigantes eran polígamos. Al igual que otros cérvidos, es probable que los machos reuniesen harenes de hembras en la época de celo tras luchar cabeza contra cabeza con otros machos rivales, y que al final del invierno estos grupos se disolviesen, siendo la hembra la única cuidadora de su única cría.

Numerosos esqueletos de machos jóvenes indican que los individuos de sexo masculino dejaban de comer en la época de celo y se concentraban exclusivamente en la lucha y la reproducción, al igual que hacen actualmente los ciervos europeos. A resultas de ello, se producían muchas muertes entre los machos durante la época de reproducción, especialmente en el caso de los individuos jóvenes que sucumbían fácilmente ante la mayor fuerza de los maduros y morían después de puro agotamiento sin llegar a reproducirse. Además, las exigencias de calcio y fosfato para formar la cornamenta propiciaban los casos de osteoporosis entre los machos de alce irlandés, por lo que la mortalidad, ya de por sí alta, se incrementaba en los malos años. Los cambios de flora en los periodos cálidos privaban de los minerales necesarios a la especie en varias zonas donde la población se reducía o llegaba a extinguirse.

PANTHERA LEO SPELAEA (LEÓN DE LAS CAVERNAS)

El león de las cavernas (Panthera leo spelaea o P. spelaea), es una subespecie extinta de león conocida a partir de restos fósiles y muchos ejemplos de arte prehistórico. Se hallaba difundido desde España y las islas británicas en occidente hasta Alaska durante el Pleistoceno

Esta subespecie fue uno de los mayores leones. El esqueleto de un macho adulto, que fue encontrado en 1985 cerca de Siegsdorf (Alemania), tenía una altura a los hombros de cerca de 1.2 metros y una longitud de cabeza-cuerpo de 2.1 metros sin la cola. Esta talla es similar a la de un león moderno muy grande. Sin embargo, el tamaño de este macho ha sido excedido por otros especímenes de esta subespecie; por lo tanto pudo haber sido cerca de un 8%-10% mayor que los leones modernos y algo menor que la subespecie de león más antigua Panthera leo fossilis o el relativamente grande león americano (Panthera leo atrox). Adicionalmente, se estima que un espécimen grande pesaba entre 317-362 kilogramos.1​

El león de las cavernas es conocido a partir de pinturas rupestres, tallas en marfil, y figurillas de arcilla. Estas representaciones indican que los leones cavernarios poseían orejas redondeadas sobresalientes, colas con mechón, tal vez tenues rayas como las de los tigres, y que al menos algunos poseían un "collar" de pelo o melena primitiva alrededor de su cuello, indicando que se trataba de machos. Otros artefactos arqueológicos indican que eran representados en rituales religiosos del Paleolítico. Una ilustración de la cueva de Chauvet en Francia, la cual tiene una edad estimada en 30,000 años antes del presente, representa dos leones de las cavernas caminando juntos, uno en el fondo y otro por delante. El león en primer plano es más pequeño que el del fondo, el cual posee un escroto, pero no melena.2​


En 2008, se exhumó un espécimen de león de las cavernas bien preservado cerca del río Maly Anyuy en Chukotka en Rusia, el cual aún preservaba algunas matas de pelo.3​ En un estudio de 2016 se identificó el pelo como perteneciente al león basándose en su ADN, y la comparación con el de un león africano reveló que el pelo de león cavernario era de color similar al de sus primos modernos, aunque algo más pálido. Además de esta coloración levemente diferente, los leones de las cavernas tenían una subcapa de pelaje denso y grueso de color amarillento a blanco, de consistencia muy suave y ondulada con una masa más reducida de pelos de color más oscuro de protección, como adaptación para el clima de la edad glacial.


URSUS SPELAEUS (OSO DE LAS CAVERNAS)

El oso de las cavernas u oso cavernario (Ursus spelaeus) es una especie extinta de mamífero carnívoro de la familia de los úrsidos

Vivió durante el Pleistoceno tardío en buena parte de Europa, desde el sur de Inglaterra al Cáucaso. Es una de las especies de osos prehistóricos más conocida del mundo y uno de los más grandes que ha existido con sus más de 130 cm de altura en la cruz, rivalizando en tamaño con los modernos osos Kodiak (Ursus arctos middendorffi) y los polares (Ursus maritimus); contemporáneos al oso cavernario. Existió en América otro género de úrsidos denominado tremarctinos dentro de los cuales las especies Arctodus (América del Norte) y Arctotherium (América del Sur) superaban en tamaño a estas tres especies de oso, aunque el oso de las cavernas sigue siendo por mucho el más popularmente conocido entre los úrsidos prehistóricos.

Tanto el nombre común como el nombre científico derivan del hecho de que los fósiles de esta especie se encontraron principalmente en cuevas. Esto se debe a que los osos de las cavernas, a diferencia del oso pardo, solamente utilizaban las cuevas como refugio durante la hibernación, comportamiento que, junto con la expansión y competencia que presentaba el Homo sapiens en la búsqueda de refugios, pudo ser influyente en su desaparición.


el oso de las cavernas poseía un cráneo ancho y abovedado con una frente pronunciada. Su robusto cuerpo, producto de la persistencia de la tendencia observada en sus antepasados a la robustez, tenía muslos largos, espinillas masivas y pies giratorios, lo que lo hace similar en estructura esquelética al oso pardo. Los principales rasgos que diferencian a esta especie de otros osos contemporáneos son la presencia de un morro menos pronunciado, frente abrupta y hundida, grandes molares que evidencian una dieta fundamentalmente herbívora, y unas extremidades delanteras más largas y robustas que las traseras, que crean una espalda arqueada que disminuye en altura a medida que se acerca a los cuartos traseros.2​

Los osos de las cavernas rivalizaban en tamaño a los osos más grandes de hoy en día. El peso promedio para los machos fue de 350 a 600 kg en pre-hibernación,3​ con un espécimen excepcional que pesaba 817 kg o más, mientras que las hembras pesaban de 225 a 250 kg.4​ De los esqueletos de osos de las cavernas expuestos en los museos, el 90% son machos debido a la idea errónea de que los esqueletos hembras eran meramente "enanos". A lo largo de su distribución se formaron una serie de razas geográficas que diferían en tamaño.

Los osos de las cavernas carecían de los premolares de otras especies de úrsidos; para compensar, el último molar era muy alargado, con cúspides suplementarias.5​ El húmero del oso de las cavernas era similar en tamaño al del oso polar, al igual que el fémur de las hembras. El fémur de los osos machos de las cavernas, sin embargo, tenía más similitudes de tamaño con los de los osos de Kodiak

PELICANO

Los pelícanos (Pelecanus) son un género de aves acuáticas pelecaniformes pertenecientes a la familia monotípica Pelecanidae. Se caracterizan por su largo pico con un gran saco gular que utiliza para la captura de sus presas y el drenaje del agua recogida antes de tragárselas. Tienen un plumaje predominantemente claro, a excepción de los pelícanos pardos y peruanos. El pico, el saco y la piel facial desnuda de todas las especies adquieren colores brillantes antes de la temporada de cría. Las ocho especies existentes tienen una distribución global desigual, que va latitudinalmente desde la zona intertropical a la templada, aunque están ausentes del interior de América del Sur así como de las regiones polares y el océano abierto. Frecuentan las aguas interiores y costeras donde se alimentan principalmente de peces, capturándolos en o cerca de la superficie del agua. Son aves gregarias, viajan en bandadas, cazan cooperativamente y se reproducen en colonias. Cuatro especies de plumaje blanco tienden a anidar en el suelo y cuatro especies de plumaje marrón o gris anidan principalmente en los árboles.

El registro fósil muestra que el linaje del pelícano ha existido por al menos 30 millones de años; el fósil de pelícano más antiguo conocido se encontró en yacimientos del Oligoceno inferior en el Luberon, en el sureste de Francia, y es notablemente similar a las conformaciones modernas. Su pico está casi completo y es morfológicamente idéntico al de los pelícanos actuales, demostrando que esta avanzada herramienta de alimentación ya existía en ese momento.12​ Un fósil del Mioceno inferior se nombró Miopelecanus gracilis sobre la base de ciertas características originalmente consideradas únicas aunque posteriormente se consideró que estaba dentro de la gama de variación interespecífica en Pelecanus.12​ El Protopelicanus del Eoceno superior puede ser un pelecaniforme o un suliforme, o quizás un ave acuática similar, como un pelagornítido.13​ El supuesto pelícano mioceno de la Patagonia Liptornis es un nomen dubium (de dudosa validez), ya que se basa en fragmentos que no proporcionan evidencia suficiente para apoyar una descripción válida

ARCHAEOPTERYX

Archaeopteryx es un género extinto de aves primitivas, con caracteres intermedios entre los dinosaurios emplumados y las aves modernas. El nombre deriva del griego antiguo ἀρχαῖος (archaīos) que significa «antiguo», y πτέρυξ (ptéryx), que significa «pluma» o «ala». En español suele castellanizarse como arqueópterix. Desde el siglo xix ha sido generalmente aceptado por los paleontólogos, y señalado en las obras de consulta como el ave más antigua conocida (miembro del grupo Avialae).2​ Sin embargo, se han identificado aviales potencialmente más antiguos, incluyendo a Anchiornis, Xiaotingia y Aurornis


Archaeopteryx vivió durante la edad Titoniense Inferior del período Jurásico, hace aproximadamente 150,8-148,5 millones de años.11​ La mayor parte de los especímenes de Archaeopteryx que se han descubierto provienen de la caliza de Solnhofen en Baviera, sur de Alemania, que es un lagerstätte, una formación geológica conocida por sus fósiles magníficamente detallados.12​

Archaeopteryx era más o menos del tamaño de un cuervo,4​ con amplias alas que eran redondeadas en los extremos y una larga cola en comparación con la longitud del cuerpo. Podía llegar a un máximo de 500 milímetros (20 pulgadas) de longitud del cuerpo, con un peso estimado de 0,8 a 1 kilogramo (1,8 a 2,2 lb).4​ Las plumas del Archaeopteryx, aunque menos documentadas de sus otras características, son muy similares en su estructura y el diseño a las plumas de aves de hoy en día.12​ Pese a la presencia de numerosos rasgos aviares,13​ no obstante, el Archaeopteryx tenía muchas características de los dinosaurios terópodos. A diferencia de las aves modernas, Archaeopteryx tenía pequeños dientes,12​ así como una larga cola ósea, características que compartía con otros dinosaurios de la época.14​

Debido a que muestra un gran número de características en común tanto con las aves como los dinosaurios no avianos, Archaeopteryx ha sido usualmente considerado como un vínculo entre ellos.12​ En la década de 1970, John Ostrom, siguiendo la idea de T. H. Huxley de 1868, afirmó que las aves evolucionaron de los dinosaurios terópodos y Archaeopteryx era una pieza crítica para esta afirmación; tenía ciertos rasgos avianos, como la espoleta, plumas de vuelo, alas, y un primer dedo del pie parcialmente puesto al revés junto a características típicas de los terópodos. Por ejemplo, tiene un largo proceso ascendente en el talón, placas interdentales, un proceso obturador del isquion, y largos cheurones en la cola. En particular, Ostrom consideró que Archaeopteryx era notablemente similar a la familia de terópodos Dromaeosauridae
Los especímenes de Archaeopteryx son notables por sus bien desarrolladas plumas de vuelo. Estas eran marcadamente asimétricas y mostraban la estructura propia de las plumas de vuelo de las aves modernas, con vexilos que le daban estabilidad gracias a la disposición de las barbillas, bárbulas y los barbicelos.24​ Las plumas de la cola eran menos asimétricas, de nuevo en consonancia con la situación de las aves modernas y también tenían vexilos firmes. El pulgar, sin embargo, no tenía un conjunto separado móvil de plumas (la alula).

El plumaje corporal de Archaeopteryx está menos documentado y solo ha sido investigado con propiedad en el bien preservado espécimen de Berlín. Por tanto, como más de una especie puede estar involucrada, la investigación de las plumas del espécimen de Berlín no necesariamente aplica para el resto de las especies de Archaeopteryx. En ese ejemplar, hay una especie de "pantalones" de plumas bien desarrolladas en las patas; algunas de estas plumas parecen tener la estructura básica de plumas de contorno, pero están algo descompuestas (carecen de barbicelos como en las aves ratites).25​ Sin embargo, son parcialmente firmes y por tanto capaces de soportar el vuelo

MEGANEURA

Meganeura (gr. «grandes nervios (o venas)», en referencia a la red de venas o nervaduras de sus alas) es un género extinto de insectos protodonatos de la familia Meganeuridae. Entre sus especies se encuentra Meganeura monyi, un insecto emparentado con las libélulas actuales, que vivió en el período Carbonífero (hace 300 Ma). Con una envergadura de alas de más de 70 cm, constituye la especie más grande conocida de insectos que haya existido sobre la Tierra. La especie del Pérmico Meganeuropsis permiana es también de gran tamaño. Eran insectos depredadores que se alimentaban de otros insectos e incluso de pequeños anfibios.
Sus fósiles se descubrieron en los estratos de la edad Estefaniense de Commentry, en Francia, en 1880; en 1885, el paleontólogo francés Charles Brongniart describió el fósil y le dio nombre. Otro buen espécimen fósil se encontró en Bolsover, Derbyshire, en 1979. El holotipo se aloja en el Museo de Historia Natural de Paris.


M. americana, descubierta en Oklahoma en 1940, es una especie representada por la mayor ala de insecto jamás encontrada; se conserva en el Museo de Historia Natural de Harvard .
Symbol question.svg Meganeura
Rango temporal: Carbonífero Superior
PreЄЄOSDCPTJKPgN

Meganeura.jpg
Meganeura
Taxonomía
Reino: Animalia
Filo: Arthropoda
Clase: Insecta
Superorden: Odonatoptera
Orden: Protodonata
Familia: Meganeuridae
Género: Meganeura
Especies
Meganeura monyi
Meganeura permiana
Meganeura americana
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Fósil de Meganeura.

Modelo de Meganeura en el Museo de Historia Natural de Berlín.
Meganeura (gr. «grandes nervios (o venas)», en referencia a la red de venas o nervaduras de sus alas) es un género extinto de insectos protodonatos de la familia Meganeuridae. Entre sus especies se encuentra Meganeura monyi, un insecto emparentado con las libélulas actuales, que vivió en el período Carbonífero (hace 300 Ma). Con una envergadura de alas de más de 70 cm, constituye la especie más grande conocida de insectos que haya existido sobre la Tierra. La especie del Pérmico Meganeuropsis permiana es también de gran tamaño. Eran insectos depredadores que se alimentaban de otros insectos e incluso de pequeños anfibios.

Sus fósiles se descubrieron en los estratos de la edad Estefaniense de Commentry, en Francia, en 1880; en 1885, el paleontólogo francés Charles Brongniart describió el fósil y le dio nombre. Otro buen espécimen fósil se encontró en Bolsover, Derbyshire, en 1979. El holotipo se aloja en el Museo de Historia Natural de Paris.

M. americana, descubierta en Oklahoma en 1940, es una especie representada por la mayor ala de insecto jamás encontrada; se conserva en el Museo de Historia Natural de Harvard.1​


Existe cierta controversia acerca de cómo los insectos del período Carbonífero pudieron alcanzar proporciones tan descomunales. La forma en que el oxígeno se difunde por el cuerpo del insecto a través de su sistema respiratorio traqueal fija un límite superior al tamaño corporal, el cual parecen haber sobrepasado los insectos prehistóricos. Se propuso originalmente (Harlé y Harlé, 1911) que Meganeura era capaz de volar ya que la atmósfera en aquella época contenía una proporción de oxígeno mayor que la actual del 21%. Esta hipótesis fue descartada por otros científicos, pero ha encontrado aprobación más recientemente tras posteriores estudios sobre la relación entre el gigantismo y la disponibilidad de oxígeno.2​ Si esta teoría es correcta, estos insectos gigantes habrían sido vulnerables a la disminución de los niveles de oxígeno y ciertamente no podrían sobrevivir en la atmósfera actual.

Sin embargo, investigaciones más recientes indican que los insectos realmente respiran, con «rápidos ciclos de compresión y expansión traqueal».3​ Si esto es cierto, entonces no hay necesidad de postular la presencia de una atmósfera con una alta presión parcial de oxígeno.

Otra explicación es la ausencia de depredadores. Se sabe que las aves aumentaron en variedad y cantidad coincidiendo con la reducción del tamaño de los grandes insectos voladores.


HELICOPRION

Helicoprion ("sierra en espiral") es un género extinto de peces cartilaginosos del orden Eugeneodontiformes, similar a los tiburones1​ que surgió por primera vez en los océanos del Carbonífero Superior (hace unos 280 millones de años) y sobrevivió a la extinción masiva del Pérmico-Triásico, y terminó extinguiéndose en el Triásico Superior hace unos 225 millones de años.

Los únicos restos fósiles conocidos eran los dientes, ordenados en una fantástica espiral que recuerda mucho una sierra circular. No fue hasta el descubrimiento del cráneo de una especie cercana, el Ornithoprion, que se cayó en la cuenta de que la espiral de dientes estaba situada en la mandíbula inferior. Esta representaba todos los dientes inferiores producidos por ese individuo; los dientes más viejos y pequeños se desplazaban al centro de la espiral a medida que iban apareciendo otros más nuevos y mayores. Al compararlo con otros eugeneodóntidos, se piensa que el Helicoprion pudo haber alcanzado una talla de unos 7 metros de largo
Hasta hace poco, los únicos fósiles conocidos de esta especie fueron los dientes, que se organizaban en una "espiral de dientes" que recuerda mucho a una sierra circular. Como los esqueletos de peces chondrichthyid están hechas de cartílago, incluyendo los de Helicoprion y otros eugeneodonts, todo el cuerpo se desintegra una vez que comienza a descomponerse, a menos que circunstancias excepcionales lo conserven. No fue sino hasta el descubrimiento del cráneo de un género relacionado de tiburón Ornithoprion, que fue evidente que el conjunto espiral de dientes estaba en la mandíbula inferior. El diente-verticilo agrupaba todos los dientes producidos por un individuo en la mandíbula inferior, y a medida que el individuo crecía, se producían nuevos dientes que desplazaban hacia el centro de la espiral a los más viejos.

Durante más de un siglo, no se estuvo seguro de dónde se encontraba la espiral de dientes en la mandíbula inferior. Reconstrucciones mayores han colocado finalmente la espiral en la parte delantera de la mandíbula inferior. Una reconstrucción de 2008, creado por Mary Parrish bajo la dirección de Robert Purdy, Víctor Springer y Matt Carrano para el Smithsonian, coloca el verticilo más profundo en la garganta, aunque otros estudios no han aceptado esta conclusión. Un estudio de 2013 sobre la base de nuevos datos coloca el diente-verticilo en la parte posterior de la mandíbula, donde el diente-verticilo ocupado todo el arco mandibular.

Además, otros peces extintos, tales como Onychodontiformes, tienen análogos de conjuntos espirales de dientes en la parte delantera de la mandíbula, lo que sugiere que tales espirales no son tales impedimentos a la natación, como se sugiere en la hipótesis de Purdy. Si bien no hay cráneos completos de Helicoprion, el hecho de que las especies relacionadas de tiburones tenían hocicos largos en punta sugiere que Helicoprion pudo también poseerlo así.

Gorgonopsia

Gorgonopsia (nombre que significa "rostro de Gorgona") es un suborden extinto de sinápsidos terápsidos. Como otros terápsidos, los gorgonopsios fueron conocidos anteriormente como "reptiles mamiferoides".


Las especializaciones mamiferoides del grupo incluyen dientes de formas diferenciadas (heterodoncia), una fenestra temporal totalmente desarrollada, patas dispuestas verticalmente, un paladar abovedado que puede haberles facilitado respirar mientras sosteían a sus presas, y huesos del oído incipientemente desarrollados.1​ Los gorgonopsios son parte de un grupo de terápsidos llamados teridontos, que incluye a los mamíferos.2​ Estos estuvieron entre los mayores carnívoros del Pérmico Superior. El mayor conocido, Inostrancevia, tenía el tamaño de un oso grande con un cráneo de 45 centímetros de largo y colmillos "diente de sable" de 12 centímetros de largo (claramente una adaptación a la depredación). Probablemente no desarrollaron un pelaje completo,3​ pero si tenían bigotes, escamas o la piel desnuda es desconocido. Pueden haber tenido una combinación de todos estos, como algunos mamíferos modernos.

Los gorgonopsios (Gorgonopsia) son teriodontos, uno de los grupos principales de terápsidos que incluye a los ancestros de los mamíferos. Los gorgonopsios evolucionaron en el Pérmico Medio, a partir de los terápsidos "reptilianos" que también vivieron en ese período. Las primeras especies del grupo eran pequeñas, no superando la talla de un perro. La extinción de los dinocéfalos (que fueron predominantes durante el Pérmico Medio) llevó a la dominación de los gorgonopsios como los principales depredadores en el Pérmico Superior. Algunos se aproximaron al tamaño de un rinoceronte, como Inostrancevia, el mayor conocido. Varios fósiles muy completos del grupo se han encontrado en Sudáfrica, como el género Rubidgea.4​5​ Los Gorgonopsia se extinguieron durante la extinción masiva del Pérmico-Triásico, siendo el único linaje de teriodontos que fue exterminado por la extinción en masa

EURYPTERIDA

Los euriptéridos (Eurypterida, del griego eury, "ancho" y pteron, ala), también denominados gigantostráceos (Gigantostraca), son una clase1​ (a veces un orden) de quelicerados extintos desde el final del Paleozoico, acuáticos o anfibios, que destacan por haber alcanzado los mayores tamaños entre los artrópodos. Se conocen con el poco afortunado nombre de escorpiones marinos, ya que la parte posterior del cuerpo recuerda a la de los escorpiones por presentar un metasoma más estrecho, pero carecían de glándula venenosa; los euriptéridos no son escorpiones, pero son muy parecidos a ellos. Se conocen 250 especies

El cuerpo de un euriptérido aparecía dividido en dos regiones, un prosoma (o cefalotórax) y un opistosoma (o abdomen), éste dividido a su vez en un mesosoma y un metasoma, el último de cuyos segmentos es un telson bien desarrollado.

Sobre el prosoma se encuentran dos ojos compuestos, como en los xifosuros o en los trilobites y un par de ocelos (ojos simples). La boca, que ocupa una posición ventral, es precedida por un par de quelíceros, como en los xifosuros y en los arácnidos, con los que están estrechamente emparentados. Detrás de la boca surgen seis pares de apéndices diversamente especializados. Sus partes basales dilatadas (gnatobases) cooperaban en la manipulación del alimento. Los apéndices del último par aparecen ensanchados como aletas, y esa debía de ser su función, justificando el nombre habitual del grupo (de anchas aletas).


Hasta el presente (noviembre de 2007) el mayor fósil de escorpión marino ha sido hallado en las cercanías de la actual ciudad alemana de Prüm; se trata de un ejemplar de la especie Jaekelopterus rhenaniae, cuya longitud habría rondado, como se deduce de la quela encontrada, los 2,5 m, y cuyo peso en vida habría alcanzado unos 180 kg, siendo probablemente su hábitat un bioma deltaico de pantanos y marismas. La especie Jaekelopterus rhenaniae, conocida desde hace tiempo, habría existido hace unos 400 millones de años, en el Devónico Inferior

Los nautiloides o nautiloideos (Nautiloidea) son una subclase de moluscos cefalópodos que poseen la concha externa característica de los mol...